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miércoles, 23 de febrero de 2011

"Les Snob" VERSUS "Les Bobo" sous le ciel de Paris...

El Mercurio de Chile publicó una lista de 10 libros que todo "Snob" debería odiar...

Bella del señor (Albert Cohen)
El extranjero (Albert Camus)
El amante (Marguerite Duras)
El Principito (Antoine de Saint Exupery)
La condición humana (André Malraux)
Las uvas de la ira (John Steinbeck)
El viejo y el mar (Ernest Hemingway)
La náusea (Jean Paul Sartre)
La espuma de los días (Boris Vian)
En el camino (Jack Kerouac)

Snob, o en la abreviatura de su étimo S.NOB = "sans nobilité" ("sin título noble", remontable hasta el latín), se viene oponiendo en la actualidad parisina-chick al nuevo término Bobo. Éste último referido a aquellos individuos denominados, a la inglesa, como "bourgeois bohemian". No es difícil imaginar, si se conoce un poquito la fama de los vecinos, la extraña mezcla entre capitalismo y la filosofía hippie-bohemia de tales miembros de la sociedad gala...

Estas dos son las clases sociales -olvidándonos ya de más o menos poder adquisitivo, jerarquías estamentales, etc. pues a todos les iguala la ruindad mental- que uno puede contemplar sous le ciel de París . Compre un vuelo barato a Orly, unas cervezas Kronenbourg 1664 (de 0.37€ la lata) en el badulake de la place de Saint-Michel y se sienta en el parque con forma de proa a la izquierda del Pont Neuf. Disfrute de la vista... Tome asiento en uno de sus bancos y contemple a estas dos genuínas especies humanas que se mueven por París y se dan cita, de manera variopinta y casi sin discriminación, en este adorado jardincillo, junto a las embarcaciones de "Tour par la Seine en bateau, 21€ aller-retour".

Decía, en esa especie de jardín de las delicias francés, se reúne una sociedad que se inventa nombres para "normalizar" ciertos desequilibrios contraculturales. Ya no se lleva ser de una ideología o su contraria; no mola ser de un equipo u otro. No. Hemos aprendido a mezclar, a tomar, de cada cosa buena, lo mejor. Y explotarlo... Ahora, lo que nos pone de verdad es tirar por el camino del medio y hasta que el cuerpo aguante...

En fin. Que yo pensaba que Boris Vian había quedado en una simple broma des années 70 pour les parisiens y no...

Se ve que el tiempo pasa para todos, es verdad. Y según se fue, vuelve. Ya no son las lágrima de cocodrilo (o de Karina) por "cualquier tiempo pasado fue mejor". Ya no es "todo pasa y todo queda", querido Antoñito... No. La putada es que eso vuelve.
Como cíclica es la Historia, cíclicos son sus periodos, sus modas... (sustantivo que, perdón, me acojona y me cabrea). Esto de las modas (o "anti-modas" ), vuelve... Cuánto daño hace el "querer ser, sin serlo" (ya lo decía Galdós en La de Bringas... Las apariencias que no tenemos pero que sí damos de nosotros mismo se repiten y reiteran a lo largo de nuestra vida...)
Porque, al fin y al cabo, ¡qué coño es, sino un mero afán de ostentosidad, de diosfraz social, esto de inventarse motes, nombres de grupo -¿secta?-, clasificaciones sociales...? Somos un todo, nos guste o no. Una masa cutre, gris y pacata... Puede que, siguiendo a Ortega, esos pocos deban conocerse y reconocerse entre los muchos y combatirlos, pero tío, con algún fin. No por el simple hecho de autofelación y orgasmo antisocial.... ¿Por qué no aceptarlo? ¿Por qué no saberse y sentirse de la masa? Yo me siento bien considerándome de pueblo, algo ruda en ocasiones, borde, altiva, asentando cátedra como aprendí a hacer en el bar del pueblo sobre sentencias más o menos dudosas, que no llegan más allá de un breve comentario durante la cena. Y eso si logran escapar del tapete de cartas o los chatos de vino.... Pero también me río por cualquier cosa; lloro con las cartas del banco; me cago en la madre que parió a la sartén si se me pegan los huevos fritos... Sin embargo, y pese a esto, trambién pertenezco a grupos sociales -¿marginales?- como "los culturetas de Gran Hermano", "los coristas del Sofá", "la frikifilología", etc. No sé, creo que se pueden concebir ambas ideas. El grupo y la masa. Sin que haya que crucificar a la una cuando se habla/es de la otra....

No sé porqué estoy haciendo esta apología de "mi lado humano" cuando yo he venido aquí a hablar de París... Decía, en una ciudad como París, la vorágine causa la necesidad del individuo para sentirse inserto en un grupo. Individualizado, eso sí. Pero protegido. Rodeado de su élite; bien snob, bien hippie-consumista, bien rematadamente gilipollesca.... No importa. Eso sí, es sumamente necesario elegir un nombre grupal que, a la par que describa la esencia de ese todo que engloba, no sea ridículo. Entonces, ¿alguien me puede explicar cómo es posible que un grupo social se autodenomine "BOBO"? Creo que el ser humano ha llegado a la gilipollez suprema de su propia esencia...

Y ya extrapolarizando lo imposioble y sin olvidar el frikismo filológico como élite a la que pertenezco, ¿qué me dicen de la lista de libros "anti-snob"? ¿Qué sentido tiene -si tiene alguno-? ¿Cuáles serían los libros anti-Bobo (con mayúscula, porque libros anti-bobos...)? ¿Existe los "antilibros-de-lo-que-sea"?

Se agradecerán respuestas del personal. Y si no las hay, me haré yo mi propia paja mental, que esto de las élites es una de las cosas buenas que tiene...

2 comentarios:

  1. Bueno, esa lista de libros, sin miedo a equivocarme, yo diría que son verdaderas obras de arte en literatura, así que ya puedo saber que no soy snob, al menos en este sentido.
    Me ha gustado mucho el hilo de este devaneo, que has ido haciendo entre la convivencia en París entre sus gentes o grupos y tus sensaciones o sentimientos.
    Si el grupo tiene proteccón no hay problema, si el individuo la tiene tampoco, el verdadero problema es cuando la persona por las circunstancias que sea, cae en marginal, éso si que es un problemón, todo el mundo o casi, la desprecia, parece como si hubiera pasado a un tipo de especie non grata y ésto si que es lamentable. Muy buen escrito, te felicito. Un beso.

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  2. Hola Clariana. Lo primero, disculpa por el retraso en contestar tu post.
    A mí también me parecen obras de arte, pero se ve que a los Snobs no...
    En relación al tema del individuo/grupo,
    yo creo que el verdadero problema es el resto del mundo; es decir, cuando uno se sabe solo, pero porque el resto lo considera como tal; quiero decir, sin que el individuo forme parte de un grupo y los demás se lo hagan saber y, además, de manera "poco agradable". Marginal o no, no sé, creo que esa palabra es demasiado hiriente; siempre impuesta por los demás. E innecesaria,también. Hay gente que prefiere formar parte del todo de la sociedad (evidentemente, somos lo que somos), pero sin la necesidad de afiliarse a ninguna consideración genérica de grupo...
    En fin, se ve que este tema toca hondo...
    Me alegro que te gustase el "devaneo".
    Un abrazo bien fuerte y gracias por pasarte!

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