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sábado, 7 de julio de 2012

Defensa de tesina: lo que nunca nos contaron sobre ella (o el sanfermín académico).

Lo que abajo aparece fue el discurso que el personaje que les habla-escribe (ya como en 1984) se marcó para la defensa de su tesina o, académica y rimbombantemente llamaado, trabajo de fin de máster.
El único propósito es aliviar con algún ejemplo lo más pragmático posible a aquellos que, como una servidora, a escasas 12 horas de la encrucijada con las máximas potencias oscuras de la Academia no sabía qué debía/podía decir, ni cuáles eran los argumentos para batirse a capa y espada contra todo aquel que decidiese hacer afrenta a la tesis principal del trabajo. Y, cómo no, para los que siguen (como yo) pensando "¡Ah! ¿Pero que hay una tesis/idea principal en el TFM? No me había parado a pensarlo..." 
Decir que de NADA vale tanta preparación, tanto nervio, tanto ensayo absurdo delante del espejo. A no ser que uno quiera acabar psicótico perdido creyendo que, si dice tres veces el nombre del poeta, éste acabará apareciéndose sentado en el sofá de casa o calentándole una leche con crispis. Los puntos más importante se olvidan. Las frases más chulas salen enredadas. Los finales apoteósicos preparados para dejar al Tribunal con la boca abierta acaban siendo una broma del amigo Steve Urkel cuando te lías con la paginación de tu ejemplar del TFM, te abandonas al balbuceo o, en el peor de los casos, se alinean los planetas y ¡oh, sorpresa! te das cuenta de que la cita no tiene absolutamente nada que ver ni con el tema del trabajo, ni con el autor y su obra.
Sabiendo lo que sé (frase muy de moda en las bocas más ancianas de Sansueña), aconsejo, a lo mucho, un whisky cortito y con hielo, un par de padresnuestros para que sea un parto rapidito y, a la salida, aprovisionamiento de pañales y patinete para salir corriendo de allí.
Cuatro apuntes formales sobre la estructura:
  • La duración ha de ser de entre 10 y 15 minutos, por lo que dedicaremos un párrafo a cada apartado, exceptuando el del corpus discursivo, en el que nos extenderemos algo más (entre 4 y 6 párrafos).
  • Saludo inicial y agradecimiento al Tribunal y al público.
  • Declaración de intenciones o qué vas a contar. Se recomienda encarecidamente no hacer un resumen del trabajo, pues quien lo haya leído se aburrirá y quien no, seamos sinceros, en 10 minutos es imposible de que se entere de algo.
  • Corpus del discurso. Motivación inicial. Recorrido de la idea. Metodología o qué has esta haciendo un año de tu vida para acabar engendrando tal monstruo académico.
  • Cierre. Conclusiones (siendo realistas, ¿quién concluye nada en un párrafo con un trabajo de 60 páginas?), líneas futuras o qué te gustaría hacer/que se hiciera para seguir adelante con tu tema.
  • Despedida. Reiterar el agradecimiento (muy formulístico y bastante pedante, pero a estas alturas se agradecen las frases hechas y automáticas para acabar cuanto antes con esta tortura).

Para quien necesite o quiera consultar el documento como ejemplo y ayuda, postee comentario abajo y le paso el enlace de manera segura. Por razones lógicas, el documento no se hace público por problemas con el copyright.


Tras esta especie de monólogo con la pared blanca de enfrente (o cólico-vómito de palabras sin sentido, temblonas y cargadas de sudor), ahora toca aguantar el tirón. Si bien hasta aquí nos hemos dedicado a soltar el rollo, casi vomitando las palabras, ahora  serán ellos los que hablen. En orden, y por antigüedad, el Vocal 1, el Vocal 2 y el/la president@ de mesa, como en el recuento de votos en las elecciones de tu pueblo.
Normalmente, el/la tutor@ suele ser la parte blanda y maternal del acto, haciendo una captatio benevolentia cada 2x3. Con las otras dos personas, que suelen ser profesores que te hayan impartido alguna clase durante el máster, no queda más remedio que encomendarse a la Providencia. Suele haber alguna china (como las que se meten en el zapato,no confundamos razas ahora) y, mira, si toca, ha tocado. Cabeza alta, apretar dientes y culo y llevar a la práctica aquello que, sabiamente, objetó un día la Pantoja "Sonríe. Dientes, que es lo que les jode". 
Ante todo:
  • No interrumpir mientras se realizan las observaciones.
  • No contestar directamente a las preguntas. Esperar a que el/la president@ te dé el turno de palabra.
  • Cuando ést@ te lo dé y puedas responder a las preguntas, hazlo de forma ordenada. Es imposible responder a todo, más que nada porque, de los propios nervios, no te enteras de lo que te están diciendo y tu ortografía es casi rúnica a estas alturas. Toma apuntes, aunque sea, de palabras sueltas. Al menos, has de hacer alguna referencia, en tu réplica, a una o dos de sus observaciones. 
  • Drígete SIEMPRE al tribunal en general. No especifiques con frases como "A la pregunta que realizó el Doctor Fulanito" o "Contestando a la pregunta de la Doctora Menganita...". Si atacas, te atacan. Y, colega, si eso pasa, estamos jodidos...
La mayoría de las veces, más que una contrarréplica, suele establecerse una suerte de diálogo entre tribunal y candidat@ (resígnate: para ellos sólo eres eso....). Ya hay menos nervios, las ideas empiezan a fluir otra vez, te ves capaz de hacer cavilaciones del tipo "2+2=4", cosa que hace diez minutos eras completamente incapaz de hacer por ti mismo. Por lo que ya puedes estar tranquil@.
Respira. Ya ha salido.
Es un perfecto esperpento de 57 páginas.
Sano, rollizo y con buena capacidad pulmonar para proferir toda clase de palabros.

Por último, vuelves a dar las gracias y esperas, pacientemente, a que convengan tu nota (propuesta, por otro lado, por tu tutor@).

Así que nada, suerte y al toro...