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lunes, 9 de noviembre de 2009

Mandarinas de Proust a la alsaciana

El sabor de las mandarinas me transportan a alguna navidad en casa de mis abuelos. A alguna tarde de viernes con frío.

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Llegar a Madrid una recién comenzada noche de viernes, después de salir corriendo del cole y coger una sepulvendana en el cruce de Otero. Posiblemente, lleno de nieve.
Llegar y sacarse el pasamontañas. Sentir la flama de la calefacción. Encontrar la merienda y todo un fin de semana para salir a la calle y quedarse anonadado mirando luces. Viernes noche del Un, Dos, Tres , del ¿Qué apostamos?
Sábado de sorpresas... Desayuno de diamantes con zumito de naranja recién exprimido para las nenas, colacao, churros y porras. Si pinta bien y las niñas se comportan, quizá cenemos pizza después de ir a comprar ropa y zapatos por Bravo Murillo; de ver el espectáculo de Cortilandia. Llama papá. Sale del pueblo. Viene a dormir con nosotras.
Domingo de Sopa al cuarto de hora y Kinder Sorpresa: baja a comer la tía Chelo. Sobremesa de fútbol. A las 17.00h, siempre fiel, perdía el Rayito... Pitido del claxon... Y no salgas de casa, mamá, que hace frío. La abuela diciendo adiós desde el portal.
El abuelo, en batín, estira el cuello desde el sofá y "regardea" la despedida por la ventana...
Vuelta al pueblo escuchando la SER... Carrrrrrusel Deportivo.... Atasco en la entrada de Villalba..... ¿Quieres un purito, Paco? Puritos Dux.... Joder, es que María se duerme encima de mí...Coronitas, la cerveza mejicana... pi-pi-pipipi-pipi-píiiii.... Hay gol en el Manzanares, Juanma.... ¡Goooooooooooooooool en el Vicente Calderón! Atleti-Atleti-Atlético de Madrid..... Y, al pasar el túnel de Guadarrama, se pierde la conexión...


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Me di cuenta en Strasbourg, el jueves pasado. Entré en la farmacia que hay al lado de Place de Guttemberg, yendo hacia Kleber, para comprar algún remedio contra este maldito dolor de encías. A la salida, justo frente a mi, un Lidel me hacía guiños con el abrir y cerrar de sus puertas automáticas. Ví, al fondo, su sección de frutería. "Mandarinas - Clementinas espagnoles". Tenía hambre. Y un 1,50€ en el bolsillo.
Cuando salí de allí, mi boca era todo saliva. Ni dolor, ni encías, ni dientes. Saliva. Tenía el saquito guardado en mi bolso y su redecilla se resistía. Pero al fin, ensanché uno de sus agujeros. Saqué una. La pelé. Escatológico el detalle, fue instintivo: me olí las manos. Era el mismo ácido, a más de 2.000 km. A más de 20 años...

Y fui consiciente que, desde ése mismo instante, toda la calle me miró como a una indigente más.... Lástima de la Gran Europa que no se deleita con Proust.

1 comentario:

  1. En rigor las mandarinas dejaron de producirse en los años sesenta y fueron sustituidas por las clementinas y otras variedades. Las dificultades para comercializar las mandarinas, que son de un tono más claro y más achatadas, derivan de las numerosas semillas que contienen y de la fragilidad del peciolo que, una vez maduras, se desprenden con faciidad del árbol, impidiendo que el propietario pueda elegir el día de la recolección y por lo tanto negociar un precio justo. Para leer sobre una experiencia similar a la tuya seguir el enlace www.mundopoesia.com/foros/prosa-generales/262336-mandarina-proust.html
    Soy Luis, me ha encantado la historia

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