When we not read, imagination disappears.
Give us the gift to reading.
Con este reivindicativo lema y ayudado del siguiente vídeo publicitario - muy a lo campaña de la DGT, todo sea dicho - Literacy Fundation of Quebec hace muestra de los niveles de práctica lectora a nivel mundial.
A pequeña escala, en nuestro país se da el hecho de que el porcentaje de los no lectores asciende ya hasta un 45,6% en la edad adulta de esta nuestra querida España. Y con la etiqueta de "no lectores" me refiero a gente que NO LEE NUNCA.
Sin embargo, lo peor de todo no está en esos datos, sino en los referentes a la lectura infantil (menores de 18 años). Los lectores frecuentes se mantienen mientras que se observa cierta tendencia de pérdida de lectores ocasionales en tiempo libre. Así, del 14% de menores que leían un libro cada trimestre de 2009, descendemos hasta el 7,8% actual. Consecuentemente, el niño no lector, el que no lee nunca, asciende del 8% al 17%.
En fin, saquen ustedes mismos las conclusiones...
Desde luego que el hecho de que no se lea es peor de lo que uno se imagina. Además de desparecer la imaginación en niños y mayores, tal y como indica el eslogan que encabeza esta entrada, desaparece el léxico; vocabulario que cae al olvido o es encerrado entre lo barrotes del diccionario y si te he visto, no me acuerdo. Términos y usos de la lengua listos para sentencia de los próximos académicos-verdugos y sus consecuentes vigésima, trigésima y centésima edición del diccionario y las gramáticas. Si no se lee, uno no cultiva ese caldo de materia gris que, aunque parezca increíble, todos tenemos en la cabeza. Si no se lee, no hay posibilidad de escape, del viaje de las palabras hacia nuestra memoria, porque estás desaparecen. Si no se lee, no hay lugar para la duda, el pensamiento, la personalidad, la identidad cultural e individual. No leer es la autocondena al ostracismo; el castigo que nosotros mismos nos damos por no leer.
El tema de la calidad lectora es harina de otro costal. Y, de aquí en adelante, recomiendo no leer a los que padezca úlcera de estómago, migraña crónica o, simplemente, se vean dominados por ciertos rasgos misántropos.
Bien, dicho esto, suelto el bombazo: autor más leído, Ken Follet (bueno, vale...). Autor más comprado, Pierre Dukan. Dios... como dirían por mis terruños rurales "
Yo no digo ya más na..."
Para los más amantes de las estadísticas, les dejo aquí el pdf que, amablemente, ha realizado el Ministerio de Educación (¿sí, Sr. Wert?), Ciencia y Tecnología sobre estos
Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2011.
Para ellos también, y para los que no quieran quemarse más la cabeza, disfruten del vídeo. Personalmente, y ya por sacar algo gracioso de todo esto, reconocer que me ha tocado la fibra sensible ver a una Cenicienta que parecía convaleciente en pleno síndrome de abstinencia o a Peter Pan tan viejo. ¿Ustedes se creen? Peter Pan el de Neverland, el de los niños perdidos, el que nunca crecía.... Peter Pan como un anciano, sentado en la sala de espera a que le den una plaza en la residencia geriátrica. ¡Se acaban de cargar el mito! En fin, algún devaneo tenía que haber...
Lean, lean todo lo que puedan y hablen bien, ¡coño!, que para algo que no cuesta dinero... - evidentemente, con ese "bien" me refiero a la correcta y completa utilización del lexicón, el cual alberga igualmente a las pobre palabrotas y su adecuado uso dentro del discurso, ¡mucho ojito con ellas!