"Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres."
Pitágoras de Samos.
Las palabras de Pitágoras vinieron a mí ayer por la noche y, con las mismas, respondiendo a las ganas de participar en esta más que necesaria huelga general, realizamos el cartel que hoy ha colgado desde nuestro balcón.
No sabía el pobre Pitágoras que sería calumniado tal y como lo han hecho hoy ciertos individuos. No creería que sobre sus sabias palabras caerían huevos, pintadas, improperios y denuncias. No podría siquiera imaginar que sus palabras han tenido que ser retiradas antes y con antes debido a ciertas amenazas.
El problema es que el cartel que abanderaba tal insignia filosófica ondeaba sobre el patio de un colegio, hoy medio vacío, donde los niños disfrutaban de un eterno recreo. El problema es que ese colegio es concertado y, por ellos, ha de cubrir unos mínimos educativos políticamente correctos (según la única cara que se ha dignado a informar). El problema es que ese colegio concertado es de monjas. Y con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho...
Vergüenza me daría a mí vivir en un país donde la policía pega a la gente; donde la Religión marca las líneas políticas y educativas; donde se aplaude al tonto mirándose el ombligo mientras le dan por culo, le roban, le engañan y se cagan encima de él del mismo Pitágoras.
Hoy, más que nunca, les diría
(con perdón del respetable)
GO AWAY!
Indignado, mosqueado y con muy malos humos,
PeterP.
Luego de ahí deduces que los hombres sigan castigando a los hombres. Y con castigo me refiero a: robando, engañando, manipulando, corrompiendo, deshonrando, humillando...sea cuales sean las vías que se utilice para ello, las mediáticas o las religiosas, las de la economía o las de la política, las de la educación (o ineducación) o las de las violencia armada...Pitágoras y otros muchos no tienen lugar entre nosotros, se les expulsa.
ResponderEliminarÁnimo, no obstante.
¿Que "sigan castigando" o que "siguen castigando"? Disculpe, Fackel, pero tengo la cabeza bastante aturullada con el tema.
EliminarEn cualquiera de los dos casos, las cosas siguen iguales a día de hoy y Pitágoras&Cía siguen desterrados. Aunque casi mejor para ellos: lo que tendrían que ver...
Gracias por los ánimos.
El Subjuntivo no anula en este caso necesariamente al Indicativo. Tiempos presentes en ambos casos. La lengua heredada me exigía el primer tiempo, me parecía apropiado decirlo así, aunque ambos sabemos que el segundo tiempo manda inexorablemente en la realidad cotidiana.
ResponderEliminarMuy perspicaz -y suspicaz- vuesa Señoría.
Me pregunto si las exigencias y los enigmas que se abren ante el futuro nos exigirán revitalizar más que nunca a todos los llamados presocráticos. Aunque por mi parte, nunca han sido desvitalizados.
Ánimos en pie. Si no...¿qué nos queda?
No se preocupe usía por los modos verbales. Ya le digo yo que estaba un poco quemada con el tema y no lo terminaba de ver. La lengua es de cada uno, pues, haga cada uno como mejor crea. Me da a mí que la lengua heredada es más rica en ciertos matices que la actual... aunque, como todo fluye, es un constante nutrirse de novedades. Vaya reflexión la mía, ni que hubiera descubierto la pólvora...
ResponderEliminarSupongo que el futuro siempre exige revitalizar algo de lo anterior. La tradición persiste porque todo es cíclico, creo yo - la vanguardia, al fin y al cabo, es emplear un maridaje adecuado entre lo tradicional y lo nuevo. Así que qué mejor de lo que ya goza de autoridad para traerlo de nuevo al presente.
Ánimos y ganas de seguir cambiando el patio de recreo.