El café es rutina.
El zumo, es rutina.
No toco el bizcocho, porque es el filón de oro que marcó un antes y un después. Y me da miedo que sus últimas miguitas, sean el hilo de una Ariadna dormida... Vivo perdida en un continuo laberinto de ideas desde aquel martes soleado.
Deambulo: dormitorio-baño-cocina-baño-dormitorio.
No hay nada que decir.
No hay ganas.
Nada por hacer.
Nada por pensar.
Sólo tiempo perdido y por perder... al menos queda eso: Proust. Habrá que salir en su búsqueda...
Erasmo (que no "erasmus") me da la razón en su Elogio a la locura...
Pesimismo posmoderno, que diría Rober. Somos una élite de tótems depresores, de dudosa reputación y porvenir; con vicios caros y peores consecuencias. Pero con una acérrima creencia del "Que me quiten lo bailao" .
Y no se confunda con el "Carpe diem". Éste se traduce, tal cual, como "Aprovecha el día" y habla del futuro: Carpe diem quam minumum credula postero, Horacio, Odas I, 11 ("Aprovecha el día, no confíes en el mañana").
El "Que me quiten lo bailao" es, aparte de más simplista y callejero, sólo pasado: recuerdos, no arrepentimiento, goce de lo que fuimos y ya pasó.
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El gris del cielo clermontino, después de muchos días de guardia, parece querer dar de alta al azul limpio de nubes. Quizá sea hora de posponer, hasta el próximo invierno, el palidismo de la estepa rusa y retomar el oceano de Darío:
Lo fatal
Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temblor de haber sido y un futuro terror.
¡Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos...
A Elenita, porque ella, como yo, sigue desayunando café con "dinosaurios" a las 13:00h mientras busca su sombra perdida en cualquier campus virtual... ¡Ay!
Te quiero, Chechu... eres mi fan!
ResponderEliminarHe conseguido lo del campus virtual... que mundos!!
Y por fin hoy, después de muchos días de desayuno "café", hay... "pero muchos, muchos DINOSAUROS"
That's Life, darlin.
Y no metas casi todas las mañanas de los últimos años en la etiqueta "Retroceso" !! no me seas...
ResponderEliminarAquí también se nos ha acabado el bizcocho.
ResponderEliminarEs preciosa la poesía de "Lo Fatal."
ResponderEliminarLo del árbol "apenas sensitivo", me ha dado muchas veces qué pensar, pues es un ser vivo también, no como las piedras o los minerales, pero es difícil saber cómo es su sufrimiento, pues que sufre es cierto y cuando hay incendios es patente, pero al estar fijo en el suelo y no poder huir, creo que sería bastante cruel por parte de la naturaleza o de quién organizó todo ésto, que sufriera como un ser que se puede desplazar y huir. No sé, tengo muchas dudas e interrogantes. Un beso.
Este texto me gusta mucho.
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