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jueves, 28 de enero de 2010

Di por qué lloras a ratos... Dime abuelita por qué...

"SE VENDE"

Creo que nunca he contenido tantas lágrimas...
La casa, que antes fue lechería y vió nacer al abuelo; la casa, donde la abuela Angelita aprendió a ver con las manos, a conocer a base de caricias, donde aprendió a ser ciega; la casa, donde hemos dormido tantas navidades, donde se han intercambiado batas durante tantos despertares. Y "toma mi bata, vayas a quedarte frío..." ; donde los abanicos se han repartido a porrillo en los meses de julio y agosto; la casa donde encontré lo que más quiero tras olvidar lo que más quería; la casa de la que tantos domingos me he despedido desde el coche: claxon y la abuela lagrimeando en el portal; la casa que albergó regañinas, chistes, villancicos, peleas, carreras por el pasillo, escondites de los nietos que iban llegando. La casa de Chamberí. La casa de los abuelos. La casa...

"SE VENDE"

Esas paredes que encierran secretos de noches a solas, con la radio puesta hasta el amanecer.
Ese salón donde se han hablado tantas cosas; el sofá de los abrazos; la butaca de las siestas de papá; la mesita baja de la cena todos los domingos, los tres juntos comiendo embutido; la alfombra que, por mucho que se pase la aspiradora, siempre guarda restos de meriendas mal recogidas; el fresquito que entra sentado debajo de la ventana; las vistas de un bajo a la calle Bretón; las madrugadas en compañía entre el mueble de las fotos y el espejo del tiempo... Cuánta gente reflejada en él...

"SE VENDE"

Esa cocina, siempre recordada con olor a rebozado, a churros mañaneros tras una fiesta por las calles de Madrid, al detergente de casa, a castañas asadas de la castañera de Cuatro Caminos. Siempre sonando la radio: para mí, la Kiss; para la abuela, RadioNacional. Los fogones que dejaron paso a la "vitro": mayor efectividad y rapidez al preparar "Sopa al cuarto de hora" los domingos, los grandes banquetes para celebrar no importa qué cosa si estamos todos juntos. ¡Quita, hombre, que te voy a pisar... Levántate de ahí! La tía Chelo y sus "Huevos Kinder" cada sábado tarde. El ajetreo de mujeres llevando platos, vasos, cubiertos.... ¡Traete el agua! Sí, siempre se olvidaba esa vieja jarra de plástico, con su color amarillo desgastado y los bordes llenos de muescas... Las sillas viejas, los armarios empotrados a dos marrones. Las herramientas de un abuelo que, un día fue pintor de brocha gorda y hoy no alcanza a esbozar recuerdos en el lienzo blanco que le quedó por memoria... El ventanuco por donde se escaparon tanto humos de cigarros a escondidas; por el que se oía cantar a mamá su Francisco alegre mientras fregaba el cerro de cacharros tras cualquier cumpleaños; por el que miré tantas noches sin poder alcanzar las estrellas de Madrid que brillaban más allá del 6ºF...

"SE VENDE"

El maldito cuarto de baño que tantas disputas ha traído... ¡Pero quieres salir de una vez! Tantas y tantas reformas, una por cada operación en la rodilla de la abuela. ¡Y cierra la ventana de la ducha, que te va a ver el vecino! y ¡Mamá!¡La toalla! y Amparo, no fumes en el baño, joder, que luego mi abuela se encuentra las chustas... y jajaja, y jejeje.... Y esos 3metros cuadrados que tantos problemas vieron...

"SE VENDE"

Las reducidas piezas. El cuarto de estudios de la tía Ángela; la habitación de los abuelos, con su ventana al salón, siempre abierta; la otra habitación, con su cama grande, su mesillita de madera y la lámpara que se encendía sola. Chechu, como vengan abuelos-sorpreseros, la hemos cagao.. Y los maleteros que podrían acoger a toda una familia entera, pero que sólo contenían un viejo árbol de navidad... Jose, ¿me pasas las guirnaldas y el Niño Jesús?

"SE VENDE"
Y los ruidos del vecindario que duerme; la maldita canica que siempre se les cae a los de arriba;
besos prófugos en el portal; portazos de madrugada; la madera chirriante de la escalera a todas horas; la Luisa -"la loro"- , la Toñi y la Pili, la Trini y Julián; la Gene, la Manola, la señora Apolonia; la librería de Joaquín ; los gritos de la madre y la hija en el 22; el militar y su señora estirada en el 18; la peluquería de Jose; la tienda de Vidales; "los lecheros"; la farmacia de Luis; la pescadería de Vicente. Ramón, el patatero; Don Honorato, el sastre que también sabía arreglar suelas de zapatos, siempre sentado a la luz de un flexo diminuto, con su delantal de cuero curtido y su nariz ancha, como hecha por artesanos.
"Los 20 duros", "los chinos", la señora del "¡Siempre buenos días!", los gitanos con su organillo dominguero...

Alonso Cano, Espronceda, Santa Engrancia, Ríos Rosas, José Abascal, Vargas, Iglesias, García de Paredes...

"SE VENDE" un pedazo de familia.... RAZÓN: en portería....



Di por qué frente al ropero, donde hay tantos retratos,
di por qué lloras a ratos...
Dime abuelita por qué....



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