Vino primero pura,
vestida de inocencia;
y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes;
y la fuí odiando sin saberlo.
Llegó a ser una reina
fastuosa de tesoros...
¡Qué iracundia de hiel
y sin sentido!
Más se fue desnudando
y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica y
apareció desnuda toda.
¡Oh pasión de mi vida,
poesía desnuda,
mía para siempre!
vestida de inocencia;
y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes;
y la fuí odiando sin saberlo.
Llegó a ser una reina
fastuosa de tesoros...
¡Qué iracundia de hiel
y sin sentido!
Más se fue desnudando
y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica y
apareció desnuda toda.
¡Oh pasión de mi vida,
poesía desnuda,
mía para siempre!
Eternidades (1918)
Juan Ramón Jiménez (1881 - 1951)
Un bonito poema para "El día mundial de la Poesía", refleja de una manera muy gráfica e interesante, como es más agradable y más sincera la poesía: desnuda.
ResponderEliminarGracias Judith, me gusta mucho Juan Ramón Jiménez, esta poesía no la conocía. Un beso.
Hola Clariana.
ResponderEliminarA mi también me gusta mucho Juan Ramón Jiménez; aunque, la verdad, me inclino más por su prosa poética, como "Platero y yo" (libro muy mal entendido por la gente, a mi parecer, ya que es considerado como 'infantil y cursi').
Sin embargo, imágenes como este doble 'símbolo' Poesía=Mujer, y viceversa; o poemas como éste, o como los que incluye en su libro "Diario de un poeta recién casado" son, simplemente, increibles.
Un fuerte abrazo y gracias por seguir pasándote por aquí.