Le dijo el hombre al campo:
"Dame un desengaño".
Y el campo le contestó:
"Tú sólo te irás desengañando"...
Solía pensar a través de sus ojos, chillones antaño, en aquello, desconocido, intangible, inconexo, que apareció y torció todo lo que habían levantado sus manos cubiertas de fango...
Me ha encantado esa unión de los dos textos, pero me parece tan desolado el conjunto...
ResponderEliminarUn beso muy fuerte, devaneadora
Jor,que bien escrito, pero qué pesimista...
ResponderEliminarxD
El campo le tendría que haber contestado: "Tío, yo deso no tengo".
Pues fue una respuesta acertada, porque pedir un desengaño al campo... el autor o debía de amar mucho el campo o no dependía de él para subsistir. Bueno supongo que querría decir otra cosa, pero a mí me ha dado por pensar ésto. El Refranero muchas veces es sabio. Un beso.
ResponderEliminarFreia, sí es un poco desolador, pero bueno... ¡Qué vamos a hacerle! Por cierto,y hablando de cosas desoladoras, ¿me acompañarás la semana que viene a una cañita pre-septiembre? ¡Yo invito! Un abrazote.
ResponderEliminarLaia, el campo puede dar más desengaños y/o más problemas de lo que parece... Ya hablaremos de ello en "próximos apuntes literarios por Madrid" jejeje
Clariana, mi padre fue el emisor (que no autor, claro, pero es lo más parecido a ello) de este "refranero"... Supongo que, como todo consejo, lo terminaré de entender a toro pasado. Mientras tanto, cada cual saque sus propias conjeturas. Aquí toda lectura es válida, of course! Pero sí: por suerte, ahora mismo, su supervivencia ya no depende del campo (exclusivamente). ¡Un abrazo fuerte!
PD: disculpad el retraso en contestar, pero Peter necesitaba broncearse un poco y había que aprovechar ese charco tan grande que tenemos por los sures....