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domingo, 2 de mayo de 2010

La Quinta del Sordo o el fusilamiento de la primavera.

Y sintió como aquel agua de lluvia le caía por encima, aun desde dentro de la estancia.
La ventana abierta de par en par, ventanal finisecular, de cristales ligeros, tendentes al gemido y al estremecimiento cuando el aire los acaricia; con esas dos hojas abiertas, apoyada un mano en el marco carcomido, quiso que lloviese cada vez más; cada vez con más fuerza. Que aquella mancha de humedad creciese y trepase por el muro de en frente, y devorase todo el edificio. Que tronara. Que ensordeciese la tierra. Que descargara toda la brutalidad del agua atascada y retenida; de la rabia acallada, enmascarada por aquellos primeros días de sol.

La ceniza del cigarro, descuidada, cayó dentro de la maleta, abierta desde hacía días, olvidada en el suelo.

Fallos reiterados. El hartazgo de los cortocircuitos, de esos trastos electrónicos, habíanle llevado a la exasperación. Esos monstruos que le anclaban a una realidad virtual, paralela, donde ya no era uno mismo, sino ente dependiente de la @.
Detestaba todo aquello.
Y la voz de la radio, encontrada días atrás en el portal, le producía un asco desconocido.
No tenía un duro, no tenía siquiera fuerzas para reponer las arcas. Pero no hacía más que acumular paquetes encima del escritorio, con destinatario anónimo. Eran como botellas lanzadas al mar. Quizá, alguno llegase a buen puerto. Quizá, alguno ofreciera respuesta. Quizá... Pero, ¿sabría llegar, de nuevo, de vuelta, a su escritorio?

Mientras tanto, seguía consumiendo su cigarro, y aquella barra grisácea se le antojó, más que nunca, un Saturno devorando a sus hijos.....

La fuerza iba abandonándole los miembros, paulatinamente. Entonces, la resolución de saltar desde el alféizar del piso bajo al patio, le llevó hasta al abúlico Antoñico; al desencatado Andrés Hurtado, y dejóse arrastrar, impasible y atemorizado, por esa corriente de agua depuradora del 1º de mayo...

3 comentarios:

  1. ¡Hola Judith!
    Me ha gustado como expresas esta sensación de una persona por acelerar un ritmo de una lluvia, de una tormenta, en relación a lo que él/ella está sintiendo en aquellos momentos.
    El cuadro es muy trágico, de un pintor que supo expresar muy bien todos los desastres de aquella penosa época en que tuvo que vivir. Un beso.

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  2. Hola Peter Pan

    A mí me ha impresionado esa mezcla de angustia y esperanza.
    Es un placer pasear por aquí.
    Un saludo,

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  3. "- Aquí pregunta este señor por don Antonio Azorín... ¿Sabe usted quién es?... ¿No es el que vive en la placeta del Colegio?
    [...]
    -¿Don Patricio no será? - dice la mujer.
    - No, no - replico yo -, si se llama Antonio.
    - Antonio... Antonio - murmura la mujer -. Don Antonio Azorín... Don Antonio Azorín. - Y de pronto -: ¡Ah, vamos! ¡Antoñico! Antoñico, el que está casado con doña Iluminada... ¡Como decía usted don Antonio!
    Yo me quedé estupefacto. ¡Antonio Azorín casado! ¡Casado en Yecla el sempiterno bohemio!"

    Me alegra que vuelvas a tus derroteros literarios, pensaba que te habíamos perdido como observadora de la aplastante cotidianidad.
    Sabes que me gusta más que tu faceta de "crítica" ;)
    Ahora lo bueno es que puedes mezclarlas. Una artista, la niña...
    "Tenía algo de precursor"

    Te mando una banda sonora para estos finales... o principios, quién sabe.

    http://www.youtube.com/watch?v=t936rzOt3Zc

    Besitos

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