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miércoles, 14 de abril de 2010

En honor a los exiliados de Clermont-Ferrand. 14 de abril. Como excepción, recuerdan, entre sonrisas y esperanza, lo que algunos quisieron olvidar.

Aquel mal llamado "Día de la Raza", 12 de octubre de 1936, se celebró en la universidad de Salamanca. La capital de la España Nacional, recibe al séquito del General Millán -Astray. fundador de la Legión; a la sacra corte del cardenal catalán, Pla y Deniel; y la consorte, Carmen Polo. El anfiteatro de la misma es testigo de insultos referidos hacia los pueblos catalán y vasco, calificados como "la anti-España", como cánceres del cuerpo de la nación. Aullan gritos respaldados por unas fieles garras en alto. Tras ello, la única voz intelectual que restaba aún en la España de los 84 días de guerra, habla:



"En ciertas circunstancias, callar es mentir. He oído un grito morboso y sin sentido. ¡Viva la muerte! Es casi como decir ¡Muera la vida! Esta paradoja bárbara me repugna. El General Millán-Astray es un inválido. No es ningún agravio: Cervantes también lo era. Por desgracia, hoy hay demasiados inválidos en España. Me inquieta que el General Millán Astray pueda definir una psicología de masas. Un mutilado sin la grandeza espiritual de Cervantes suele buscar alivio en las mutiliaciones que pueda inflingir a su alrededor. [...] Venceréis; tenéis más fuerza bruta de la que necesitáis. Pero no convenceréis. Vencer no es convencer. Para convencer hay que persuadir. Y para persuadir, necesitáis lo que os falta: la Razón y el Derecho en la lucha. Creo inútil pedirle que piense en España. [...] La nuestra es, sólamente, una guerra incivil. Se habla de una guerra de ideas. Pero en esta guerra no hay ninguna idea a debatir. En España hay una epidemia de locura. Estamos ante una orla de destrucción. No se oyen sino voces de odio a la inteligencia, y de muerte. Esto es el suicidio moral de España. Una salvajada anticristiana, antieuropea. Esto es la militarización africana pagano-imperialista. Un estúpido régimen de terror. Aquí se fusila sin formación de proceso. Se asesina sin causa. Y, sí, son horribles las cosas que cuentan de las ordas llamadas rojas. Pero no hay nada peor que el maridaje de la mentalidad de cuartel con la de la sacristía. Porque el grosero catolicismo tradicionalista español apenas tiene nada de cristiano. [...] La dictadura que se avecina, va a ser la muerte de la libertad, de la dignidad del hombre. Cuantos están emigrando no volverán a España. No podrán volver; como no sea para vivir aquí desterrados y envilecidos. Pobre España.... Pobre España....

He terminado."



Arrestado en su domicilio, don Miguel de Unamuno moría semanas después, el 31 de diciembre de 1936.

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Es curioso volver de donde sólo se oyen gritos contra el olvido y darse cuenta de que te persiguen más allá de las fronteras que cercaron la "incivil guerra"...

Les oubliés de l'histoire, por la Memoria Histórica.

1 comentario:

  1. Me ha encantado, Judith.
    El texto de Unamuno ha sido genial.

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