Después de una supervivencia casi titánica de octogenaria, a base de bailar cada sábado noche y comer pizzas; con una osamenta que se rió, desde la peña bética, de los invencibles conductores del servicio público, cayó el mito...
Y tras él, surgió la leyenda...
Con cariño a la abuela malago- ibicenca de Chechu, en reconocimiento por la inmensa labor libertadora de ser la mayor innovadora en tiempos de silencio..... La grandísima e inigualable "Agüela Inocence"...
(... porque de inocencia sólo tenía el nombre. )
¡Hola Judith!
ResponderEliminarDebe de ser interesante esta abuela que describes, estoy pensando si la he visto en alguna serie, no me viene a la memoria.
Tener esa vitalida en la decada de los 80 no debe de ser nada sencillo o sea que es extraordinaria la abuela. Te envio un abrazo y deseo que te vaya bien todo lo que emprendas.
¡Hola Clariana!
ResponderEliminarPues esta abuela era de carne y hueso y, por lo que contaban, todo un terremoto....
A ver si, después de estas vacaciones retomo el blog, que tengo curiosidades que compartir contigo sobre un pintor de Girona.
Un abrazo y suerte también para ti.